Con la llegada del invierno, es hora de sacar del closet las casacas y otras prendas de cuero. Olvidadas durante el verano, si no fueron guardadas debidamente pueden presentar hongos, mohos, manchas y deformidades.
Por ser una piel animal, el cuero está sujeto al ataque de hongos, especialmente cuando se los guarda en lugares húmedos y oscuros. Las prendas no deben ser guardadas en fundas plásticas, porque este tipo de embalaje tiende a crear humedad y se vuelve el ambiente perfecto para la proliferación de microorganismos.
Para limpiarlas, lo que tienes que hacer es usar gasa con un poco de crema para manos, aplicar sobre toda la superficie de la prenda y luego dejarlo airear en un lugar no soleado y veras que tus casacas se verán libre de mohos, hongos y mejor que nunca.
Yo lo probé con la crema para manos y me resulto, pero también me comentaron que en en las lavanderías y tintorerías utilizan gliserina pura (cosa que puede ser ya que uno de los ingredientes de la crema de manos es la gliserina). Si alguien lo logra con gliserina espero comenten.
No existe una frecuencia ideal para la limpieza. Cuando el cuero se conserva correctamente, con una correcta higienización y poco uso, puede limpiarse cada año o año y medio. Si se usa frecuentemente, lo ideal es limpiarla cada seis meses o cuando presente pequeñas manchas.
El exceso de suciedad en el cuero puede transformarse en manchas fijas que difícilmente podrán ser removidas por completo, ya que técnicamente es imposible quitar la suciedad más profunda sin dañar el cuero.
1 comentario:
Dios megan te amo!, gracias por la info me sera de mucha ayuda
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